Al igual que otros
quiero servirte,
hechizando los celos
con los labios secos.
No alivia la palabra
mi boca seca
y sin ti, para mí de nuevo
está vacío el aire denso.
Ya no estaré celoso,
pero te deseo,
y me comporto
como la víctima con el verdugo.
No te llamaré:
ni alegría ni amor.
Me cambiaron la sangre
por otra, salvaje y ajena.
Un instante aún
y te diré:
no alegría, sino tormento
encuentro en ti.
Y como un crimen,
mordido por la turbación,
me acerco a ti,
a tu dulce boquita de cereza...
Vuelve pronto a mí,
sin ti tengo miedo,
nunca te sentí tan fuerte,
y todo lo que quiero,
lo veo ahora.
Ya no estaré celoso,
pero te llamo.
Maravilloso poema del Maestro Ruso Ossip Mandelstam
Que murió el día de mi cumpeaños pero treinta y seis años antes.
Favor de no buscar sincronicidad
martes, 20 de octubre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario